LA TRILOGÍA DE NUEVA YORK - Paul Auster
"Nada más intenso que el terror de perder la identidad."
Alejandra Pizarnik
"Ni la muerte, ni la fatalidad, ni la ansiedad, pueden producir la insoportable desesperación que resulta de perder la propia identidad."
Howard Phillips Lovecraft
Me encuentro ante el más complejo reto que un libro haya puesto ante mí. Realizar una reseña sobre esta obra de arte de la literatura, sin caer en lo típico, en el halago fácil, o directamente en la estupidez, no va a ser fácil.
Los lectores de este blog, saben que Paul Auster es una de mis debilidades. Hace algún tiempo reseñé La Noche del Oráculo y hubo quien me preguntó por qué había escogido esta novela para hablar del brillante escritor, cuando habían obras mayores como Leviatán, Tombuctú, Brooklyn Follies, o La Trilogía de Nueva York, entre otras. La respuesta es sencilla: La Noche del Oráculo era el único libro de Auster que había en mi biblioteca personal, y por esta tonta razón, fue el primer libro que leí de él. Sin embargo, fue como abrir la caja de Pandora, y ahora ya no puedo parar. Me llamó la atención la sintaxis impecable, y su capacidad de conducir la historia hasta niveles oníricos. No había leído nada igual, pensé.
La Trilogía de Nueva York lleva esa atracción por lo onírico hasta niveles metafísicos. Es una excelente obra Postmoderna que hace un interesante viaje por los lindes de la identidad, de la propia identidad. La novela está dividida en tres partes, o relatos: La Ciudad de Cristal, Fantasmas y La Habitación Cerrada.
En La Ciudad de Cristal, Auster convierte en literaria una situación curiosa que le pasó en su vida real: un escritor recibe la llamada errónea de un sujeto que pregunta por un detective. En la vida real, Auster contestó que se trataba de una equivocación, que allí no vivía ningún detective. Sin embargo, esa idea le sirvió para plantearse un y si...
De modo que el protagonista de este primer relato, que se encuentra en un momento de su vida en el que "no siente atracción por la muerte, pero tampoco le interesa en demasía la vida", acepta el reto del azar y se hace pasar por Paul Auster, un detective. El resto de la historia debe ser descubierto por ti lector. Sin embargo, observa que ya ha empezado un baile de identidades.
El segundo relato, Fantasmas, recoge la historia de Azul, un detective a quien Blanco le ha pedido que investigue a Negro. Observemos como en este relato los nombres propios son substituidos por colores, factor que no impide que la trama cobre sentido. Probablemente, este sea el relato más complejo de entender. En algún momento, tuve la sensación que Auster estaba jugando conmigo, pero el escritor dispone de crédito, y proseguí con la lectura.
El tercer relato, La Habitación Cerrada, trata sobre la historia de un escritor que descubre que su gran amigo de la infancia ha desaparecido. Este relato nos aporta mayor sentido que ninguno de los anteriores, para comprender todo aquello que se puede comprender de esta novela.
Sin embargo, es muy probable que al finalizar la Trilogía de Nueva York nos sintamos abrumados, engañados, estafados. Por eso es importante recordar que en esta historia no importa cual sea la trama, ya que es una historia que habla sobre la lucha. Sobre la lucha por mantener la identidad cuando un evento traumático nos enfrenta a nosotros mismos, hasta el punto de cuestionarnos si somos quien realmente creemos que somos.
No sé de qué modo te impactará esta novela, pero de lo que sí estoy seguro, es que no saldrás de ella siendo la misma persona que entró. Como dice Auster, "una historia sin final perdura eternamente".
Un abrazo