jueves, 6 de noviembre de 2014

LA TRILOGÍA DE NUEVA YORK

LA TRILOGÍA DE NUEVA YORK - Paul Auster

"Nada más intenso que el terror de perder la identidad."
Alejandra Pizarnik

"Ni la muerte, ni la fatalidad, ni la ansiedad, pueden producir la insoportable desesperación que resulta de perder la propia identidad."
Howard Phillips Lovecraft

Me encuentro ante el más complejo reto que un libro haya puesto ante mí. Realizar una reseña sobre esta obra de arte de la literatura, sin caer en lo típico, en el halago fácil, o directamente en la estupidez, no va a ser fácil.

Los lectores de este blog, saben que Paul Auster es una de mis debilidades. Hace algún tiempo reseñé La Noche del Oráculo y hubo quien me preguntó por qué había escogido esta novela para hablar del brillante escritor, cuando habían obras mayores como Leviatán, Tombuctú, Brooklyn Follies, o La Trilogía de Nueva York, entre otras. La respuesta es sencilla: La Noche del Oráculo era el único libro de Auster que había en mi biblioteca personal, y por esta tonta razón, fue el primer libro que leí de él. Sin embargo, fue como abrir la caja de Pandora, y ahora ya no puedo parar. Me llamó la atención la sintaxis impecable, y su capacidad de conducir la historia hasta niveles oníricos. No había leído nada igual, pensé.

La Trilogía de Nueva York lleva esa atracción por lo onírico hasta niveles metafísicos. Es una excelente obra Postmoderna que hace un interesante viaje por los lindes de la identidad, de la propia identidad. La novela está dividida en tres partes, o relatos: La Ciudad de Cristal, Fantasmas y La Habitación Cerrada.



En La Ciudad de Cristal, Auster convierte en literaria una situación curiosa que le pasó en su vida real: un escritor recibe la llamada errónea de un sujeto que pregunta por un detective. En la vida real, Auster contestó que se trataba de una equivocación, que allí no vivía ningún detective. Sin embargo, esa idea le sirvió para plantearse un y si...
De modo que el protagonista de este primer relato, que se encuentra en un momento de su vida en el que "no siente atracción por la muerte, pero tampoco le interesa en demasía la vida", acepta el reto del azar y se hace pasar por Paul Auster, un detective. El resto de la historia debe ser descubierto por ti lector. Sin embargo, observa que ya ha empezado un baile de identidades. 

El segundo relato, Fantasmas, recoge la historia de Azul, un detective a quien Blanco le ha pedido que investigue a Negro. Observemos como en este relato los nombres propios son substituidos por colores, factor que no impide que la trama cobre sentido. Probablemente, este sea el relato más complejo de entender. En algún momento, tuve la sensación que Auster estaba jugando conmigo, pero el escritor dispone de crédito, y proseguí con la lectura.

El tercer relato, La Habitación Cerrada, trata sobre la historia de un escritor que descubre que su gran amigo de la infancia ha desaparecido. Este relato nos aporta mayor sentido que ninguno de los anteriores, para comprender todo aquello que se puede comprender de esta novela.

Sin embargo, es muy probable que al finalizar la Trilogía de Nueva York nos sintamos abrumados, engañados, estafados. Por eso es importante recordar que en esta historia no importa cual sea la trama, ya que es una historia que habla sobre la lucha. Sobre la lucha por mantener la identidad cuando un evento traumático nos enfrenta a nosotros mismos, hasta el punto de cuestionarnos si somos quien realmente creemos que somos. 

No sé de qué modo te impactará esta novela, pero de lo que sí estoy seguro, es que no saldrás de ella siendo la misma persona que entró. Como dice Auster, "una historia sin final perdura eternamente".

Un abrazo

CANCIÓN DE HIELO Y FUEGO II

CHOQUE DE REYES - George R. R. Martin

"La guerra es una masacre entre gentes que no se conocen, para provecho de gentes que si se conocen pero que no se masacran."
Paul Valéry

Tras finalizar el segundo tomo de la saga Canción de Hielo y Fuego, me veo obligado a corregir algunas de las afirmaciones que presenté en la reseña de Juego de Tronos. En primer lugar, debo admitir que el nivel narrativo y descriptivo de Choque de Reyes es muy elevado. Me ha llamado especialmente la atención la precisión del vocabulario en todas las temáticas que abarca la obra. Comprendo que Martin está apostando el todo por el todo por esta opera magna, y se me hace difícil imaginar el volumen de horas que se requiere invertir para realizar un trabajo de esta magnitud. A pesar de que es una historia de ficción, del género fantástico, se puede inferir a través de su lectura que hay un trabajo de documentación exhaustivo, previo a la redacción.

Si tenemos en cuenta simplemente la descripción de las vestimentas y armaduras de cada uno de los personajes, con la palabra exacta para cada una de las piezas específicas, de dicha indumentaria ya vemos que el listón de exigencia está ubicado cerca de la perfección. Lo mismo ocurre con la descripción de los paisajes, de los instrumentos de guerra y de las estratagemas militares, o con la gestión del reino. Es una obra solemne y Martin debe ser muy consciente de la responsabilidad que conlleva haber creado una novela que está transformando el género. Viendo este trabajo faraónico, no es de extrañar que entre tomo y tomo de la saga, pasen entre dos y seis años. De hecho, son bien conocidos los problemas que están vislumbrando los productores de la serie televisiva basada en la adaptación de esta saga, ya que la versión televisiva avanza más deprisa que el original escrito, y teniendo en cuenta que el escritor norteamericano predijo que la obra finalizaría con el séptimo u octavo tomo, existe la posibilidad de que la adaptación adelante a su original. Algo inaudito, que implicaría o bien hacer varias temporadas de cada libro, o bien inventar un final distinto para la serie (factor que disgustaría a los seguidores de la saga). Veremos a ver qué ocurre. De momento, Martin ha declarado recientemente que tiene un plan para resolver este entuerto.

Así pues, en Choque de reyes observamos que el esfuerzo de adentrarse en la saga ha valido la pena, y poco a poco el lector encuentra en la lectura ciertas gratificaciones. La historia empieza a cobrar sentido y la tensión entre los distintos candidatos al trono de hierro vuelve la lectura prácticamente hipnótica. Es una novela rica en contrastes y ante todo, siempre verosímil. Es la oportunidad perfecta para aislarnos de nuestra existencia, y adentrarnos en un mundo creado por la imaginación de un genio. Un mundo basto e inabarcable en el que el sentido de la justicia se ve corrompido permanentemente por el anhelo de poder. Sin embargo, algunos héroes se mueven por honor y lealtad a unos principios ancestrales. El pulso está servido y a medida que nos adentramos en la tupida trama, los interrogantes y las expectativas aumentan.




La lectura es altamente recomendable. En mi opinión Choque de Reyes es la recompensa a haber leído previamente Juego de Tronos, que quizás cumple una función introductoria (inevitable para una obra de estas dimensiones). Ahora, a pesar de que van apareciendo nuevos personajes permanentemente, ya nos hemos familiarizado íntimamente  con los protagonistas y empezamos a disfrutar de la alternancia de sus historias. El hecho de que la narración no sea secuencial ya no es un escollo para conectar con el desarrollo de la trama. De hecho- y aquí está el segundo punto en el que debo rectificar en relación a mi anterior reseña de la saga- dudo mucho que esta obra pudiese ser narrada de modo secuencial, ya que para la cantidad de aventuras de cada personaje, serían necesarias un par de bibliotecas. Afortunadamente, la literatura permite al autor alternar con cierta simultaneidad las distintas tramas secundarias, de modo que el lector implicado pueda seguir sin excesiva dificultad el devenir del libro.

En estos momentos, tengo en mis manos el tercer volumen de esta saga: Tormenta de Espadas, y espero poder relatar en breve una reseña sobre mi lectura. Lo cierto es que estoy emocionado por conocer la situación de algunos personajes, tras la Batalla de AguasNegras


Hasta la próxima.