sábado, 28 de septiembre de 2013

LA CARRETERA

LA CARRETERA - de Cormac McCarthy

"Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes"
Khalil Gibran

No andaría muy lejos de los 15 años cuando leí Mecanuscrito del segundo origen, de Manuel de Pedrolo. Jamás un libro me había absorvido de un modo tan obsesivo. Así que el mundo se termina y sólo quedan Dídac y Alba sobre la faz de la tierra. De nuevo, Adán y Eva desterrados.

Luego Robinson Crusoe, de Daniel Defoe. El náufrago solitario que no pierde la esperanza.

Finalmente, con 23 años, llego a mis manos esta obra maestra: La Carretera. Una vez más, sobrevivir cuando ya no quedan motivos para hacerlo. ¿Qué es esa fuerza que no nos da tregua, que nos obliga a seguir adelante? ¿Qué lugar ocupa Dios en esos momentos de máxima incertidumbre y angustia?
Paul Tillich, conocido teólogo, dice "el coraje de existir está arraigado en el Dios que aparece cuando Dios ha desaparecido en la angustia de la duda." Tillich no se refiere a ningún Dios en particular, ni siquiera está hablando de religión. Hace referencia a la perpetua búsqueda existencial que retumba en el interior del ser humano, como el corazón delator de Edgar Allan Poe.

Viktor Frankl, neurólogo y psiquiatra austríaco, fue uno de los primeros expertos en demostrar que si el hombre encuentra un sentido para vivir, sus probabilidades de supervivencia aumentaran exponecialmente. En su libro El Hombre en busca de sentido, Frankl relata de modo autobiográfico su supervivencia en el campo de concentración de Dachau, durante los últimos años de la Segunda Guerra Mundial. Frankl comprobó que aquellas personas que perdían definitivamente la esperanza morían en pocos días; enfermaban rápidamente, se consumían como si hubiesen enviado una orden a su cerebro para autodestruírse. Quisiera destacar una frase de Frankl:

"A un hombre pueden despojarlo de todo menos de una cosa: la última de las libertades humanas, la libertad de elegir la actitud que asume en cualquier circunstancia, la libertad de elegir su propio camino."



Precisamente, este es el dilema de La Carretera. ¿Qué camino escoger? ¿Seguir caminando por la carretera hacia nadie sabe dónde o poner fin a una existencia sin futuro?

Uno de los mejores libros que he leído jamás.

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